Cómo conservar hierbas aromáticas por más tiempo

A todo el mundo le ocurre que lleva manojos de hierbas frescas a casa solo para tirarlas con sentimiento de culpa una semana después, todas marchitas y blandas. Este ya no tiene por qué ser su destino. Sin importar que la meta sea conservar hierbas frescas y crujientes durante toda la semana, o guardarlas adecuadamente para los próximos meses, existen muchas formas de prolongar su vida útil y todo su sabor. ¡Esta es una guía rápida y sencilla sobre cómo conservar las hierbas frescas por más tiempo!

Almacenamiento de hierbas a corto plazo

Los métodos de almacenamiento a corto plazo son útiles si se compra una buena cantidad de hierbas, como perejil o albahaca, y se quiere mantenerlas frescas durante toda la semana.

Hay dos formas sencillas de conservar las hierbas a corto plazo, dependiendo de si son resistentes o delicadas. Si se conservan adecuadamente, deben permanecer frescas durante dos o tres semanas, a excepción del cebollín, que suele durar alrededor de una semana.

1. Almacenamiento de hierbas resistentes

Para conservar hierbas resistentes, como el tomillo, el romero, el orégano, la mejorana, la salvia y el cebollín, se deben colocar las hierbas sobre papel toalla humedecido, enrollarla sin apretar y colocarlas en una bolsa con cierre hermético para luego guardarlas en la nevera.

2. Almacenamiento de hierbas tiernas

Para almacenar hierbas tiernas, como el perejil, el cilantro, el eneldo, la menta, la albahaca y el estragón, primero deben cortarse los extremos de los tallos, para luego verter aproximadamente una pulgada de agua en un frasco de vidrio y colocar allí las hierbas, tal como se haría con un ramo de flores. Una vez colocadas en el jarrón, se deben cubrir con una bolsa de plástico o una tapa y conservarse en la nevera. Este método no se aplica a la albahaca, que debe mantenerse a temperatura ambiente, en el mostrador y lejos de la luz solar directa.

Almacenamiento de hierbas a largo plazo

Los métodos de almacenamiento a largo plazo son más útiles para quienes no suelen prestar mucha atención a las hierbas que compran semanalmente y desean conservarlas por los próximos meses. También es una excelente manera de preservar grandes cantidades de hierbas, como las que se cosechan del jardín.

Existen dos métodos para conservar hierbas a largo plazo: congelar y secar, cada uno con varios submétodos. Cuando se almacenan adecuadamente, pueden durar hasta 6 meses.

1. Congelar

Congelar hierbas como el perejil, la albahaca, el eneldo o la menta ayuda a conservar su sabor y sus aceites esenciales. Se puede elegir entre cuatro técnicas diferentes:

• Colocar las hierbas sobre una bandeja para hornear y guardarlas en el congelador. Una vez congeladas, transferirlas a un recipiente hermético y conservar en el congelador.

• Picar finamente un solo tipo de hierba a la vez, colocar en cubetas de hielo y cubrir con aceite de oliva. Conservar en el congelador. Se pueden mantener así, o retirar los cubos y colocarlos en una bolsa para su conservación. Los cubos congelados se agregan directamente a las comida durante la cocción para obtener todo su sabor y aroma.

• Hacer una pasta con las hierbas seleccionadas en una licuadora, junto con aceite de oliva. También se pueden agregar otros ingredientes, como ajo, espinaca y especias. Agregar la pasta a una cubetera y congelar. Igual que en el método anterior, se puede mantener de esa manera o transferir, una vez congelada, a una bolsa plástica.

• Colocar un manojo de hierbas sobre un trozo de plástico y enrollar suavemente hasta formar un cilindro. Asegurar con gomas elásticas y congelar. Para cocinar, simplemente se corta la cantidad necesaria y se devuelve el cilindro al congelador.

2. Secar

Otra forma sencilla de conservar hierbas y prolongar su vida útil es secarlas. Una vez secas, resultan fáciles de almacenar y se concentra su capacidad antioxidante. Es importante tener en cuenta que las hierbas con hojas gruesas (como el tomillo, el orégano o el romero) al secarse mantienen mejor su aroma que otras hierbas delicadas, como el perejil.

• Secar las hierbas al aire, colgándolas en pequeños manojos boca abajo con ayuda de una cuerda. Mantenerlas en un lugar oscuro y bien ventilado durante 2 a 4 semanas. Una vez secas, deben transferirse a un recipiente hermético para su conservación.

• Secar las hierbas en un deshidratador, en una sola capa sobre las rejillas. Ajustar la temperatura entre 95 y 115°F (35- 68°C) y dejarlas allí de una a cuatro horas, dependiendo del tipo de hierba.¹ Cuando estén crujientes, sacarlas y dejar que se enfríen para luego romperlas en trozos más pequeños, o molerlas, y guardarlas en un frasco hermético.

• Secar las hierbas en el horno colocándolas en una sola capa sobre una bandeja. Ajustar la temperatura a 110-130°F (45-55°C) y dejar que sequen de tres a cuatro horas.² Cuando estén crujientes y se desmoronen fácilmente, retirarlas del horno y dejar que enfríen para luego guardarlas, ya sea molidas o desmenuzadas, en un frasco hermético.

Estos sencillos métodos ofrecen una solución práctica a la búsqueda de cómo conservar las hierbas frescas por más tiempo. Almacenar hierbas no sólo es una manera maravillosa de agregar sabor, color y aroma a las comidas diarias, sino también una forma inteligente de ahorrar dinero y, ¿quién sabe?, también podría servir de inspiración para empezar a cultivar un jardín de hierbas cuando llegue la primavera.