Ashwagandha

Los grandes beneficios de la ashwagandha, también conocida como bufera, ginseng indio y orval, entre otros nombres, le han merecido un lugar prominente entre las hierbas de la India, donde se ha utilizado durante siglos para tratar una serie de afecciones y se le atribuyen efectos reconstituyentes. En sánscrito, la palabra ashwagandha significa, literalmente, "olor a caballo", en parte debido a su tufillo acre, pero también debido a su supuesta capacidad para aumentar la resistencia y fortalecer el sistema inmunológico. Procedente de las regiones secas de la India, el norte de África y el Medio Oriente, la ashwagandha es una hierba importante en la medicina ayurvédica, con demostradas propiedades estimulantes de la inmunidad y el sistema nervioso, además de promover la salud en general.

Beneficios de la ashwagandha

El uso de ashawagandha, orval o bufera, en la medicina ayurvédica se remonta a 6000 años atrás. En la India se cree que tiene el poder de tratar una amplia gama de afecciones, incluyendo insomnio, deterioro del sistema inmunológico y problemas articulares. Más recientemente, estas afirmaciones han sido investigadas y se ha confirmado que la planta posee propiedades que pueden ayudar a mejorar éstas y otras condiciones. Sus principales usos incluyen:

• Reducir el estrés y la ansiedad. La ashwagandha puede ayudar a reducir el estrés causado por problemas físicos o psicológicos.

• Estimular la función neurológica. Es posible que la ashwaganda combata trastornos neurológicos en algunas personas, como pérdida de memoria y movimientos involuntarios. Se ha administrado a pacientes con signos tempranos de la enfermedad de Alzheimer, Parkinson y Huntington.

• Aliviar el dolor de la artritis. Las propiedades analgésicas de la ashwagandha para quienes padecen artritis están ampliamente demostradas.

Además, la ashwagandha se usa tradicionalmente para:

• Aumentar los niveles de energía. Esta hierba es rica en hierro, lo que la hace útil para proporcionar energía a personas con anemia.

• Mejorar la libido. Se ha demostrado que entre los beneficios de la ashwagandha están el aumento de la libido y la fertilidad, además de mejorar otros trastornos sexuales.

Cómo funciona

La ashwagandha ha demostrado ser una de las plantas más poderosas de la medicina ayurvédica debido a su gran cantidad de ingredientes activos. Sus principales componentes: alcaloides y lactonas esteroides, se encuentran en las raíces. Estos compuestos, que incluyen witanólidos como la whitaferina A y la somnina, desempeñan un papel importante en las propiedades curativas de la planta.

Se cree que las acciones antioxidantes y neuroprotectoras de los withanólidos en la ashawagandha aumentan la producción de enzimas captadoras de radicales libres. Los witanólidos también activan diversas partes del sistema inmune, aumentando el recuento de glóbulos blancos, entre otros efectos. Adicionalmente, se ha demostrado que el extracto de ashwagandha reduce las proteínas inflamatorias.

Otras hierbas con propiedades antiinflamatorias son la cereza y la pimienta de cayena, mientras que el toronjil y el hipérico también ayudan a mejorar los síntomas de ansiedad.

Efectos secundarios de la ashwagandha

El consumo de ashwaghanda se considera seguro para uso a corto plazo; sin embargo, se desconoce su seguridad a largo plazo debido a su extensa acción farmacológica. Es importante buscar el consejo de un médico antes de introducir suplementos en la dieta habitual.

Precauciones de la ashwagandha

En algunas personas, la ashwaghanda puede causar malestares digestivos, tales como vómitos o diarrea, especialmente en grandes dosis. Se han reportado algunos casos en los que el consumo de ashwagandha reduce los niveles de azúcar en sangre, por lo que las personas con diabetes deben tener precaución, especialmente si están recibiendo insulina.

Las posibles interacciones incluyen inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO, una categoría de antidepresivos) y medicamentos para la tiroides.

La ashwagandha también está contraindicada para mujeres embarazadas o en período de lactancia, así como para personas que padecen enfermedades autoinmunes.

La ashwagandha es una planta con flores y la mayoría de sus componentes se pueden consumir. Las raíces son la característica más valorada en la medicina ayurvédica, pero las frutas, bayas que se asemejan a pequeños tomates de color naranja, pueden consumirse. Las frutas se pueden comer frescas y la raíz generalmente se seca para hacer infusiones, o se pulveriza para su uso en suplementos.
Los frutos de la ashwagandha, similares en apariencia al aguaymanto y los tomates cherry, son aptos para el consumo pero su sabor amargo no es del gusto de todos. Tampoco cuentan con la misma cantidad de propiedades medicinales que las raíces, por lo que no son tan populares como remedios alternativos.

Formas naturales

• Infusión. Las raíces frescas o secas de aswagandha se pueden remojar en agua caliente para obtener una infusión medicinal. Este es el método de consumo preferido por quienes desean reducir la ansiedad.

• Polvo. Para esto se utiliza la raíz de ashwagandha seca y molida. Se puede agregar a las bebidas como un método fácil de ingesta. Es tradicional mezclarla con leche y miel antes de acostarse para estimular el sueño.

Suplementos y remedios herbales

• Tintura. Las raíces se trituran y se maceran en un alcohol neutro para extraer sus beneficios. Se deben diluir unas cuantas gotas en agua antes de beber.

• Aceite esencial. El aceite esencial de ashwagandha se suele diluir para su uso oral o tópico. Puede aliviar el dolor causado por la artritis y también ayuda a regular los desequilibrios hormonales. Unas gotas en un baño caliente también pueden tener un efecto sedante.

• Cápsulas. Esta es una opción adecuada para aquellos que quieran ingerir ashwagandha pero que no disfruten del sabor. Las cápsulas son posiblemente el modo más popular de consumir esta hierba.

La planta de ashwagandha es originaria de climas cálidos, originaria de India y África. Aun así, es posible cultivarla con éxito en una variedad de condiciones. La ashwagandha está ampliamente disponible para comprar como planta establecida, o puede cultivarse a partir de semillas. A continuación, encontrará algunos consejos generales sobre el entorno ideal para su desarrollo.

Pautas de crecimiento

• Las plantas de ashwagandha deben colocarse a pleno sol.

• Las semillas deben sembrarse cerca de la superficie, ya que necesitan luz para germinar.

• Las semillas deben sembrarse a una distancia de 18 a 24 pulgadas (45 a 60 cm).

• La planta de ashwagandha requiere de riego moderado.

• El suelo ideal para la ashwagandha es franco-arenoso y bien drenado, con un pH de 7,5 – 8,0.

Taxonomía

La ashwagandha es un arbusto bastante pequeño que no suele crecer por encima de los 6,5 pies (2 m) de altura. Los tallos son robustos y gruesos, cubiertos de pelos cortos, y de éstos se desarrollan grandes hojas ovaladas. Entre las hojas del tallo, crecerán racimos de bayas color naranja, cada una de ellas abrigada por un grupo de alrededor de cinco pétalos delgados. Estos pétalos son de un color verde brillante al inicio, pero a medida que se secan se vuelven marrones y se parten, revelando la baya en su interior.

• Clasificación

  La planta de ashwagandha se conoce científicamente como Withania somnifera y pertenece a la familia Solanaceae, que comprende unos 90 géneros y 3000 especies. Este grupo incluye cultivos de gran importancia agrícola, como el pimiento (Capsicum annuum), la guindilla (Capsicum frutescens), la berenjena (Solanum melongena), la papa (Solanum tuberosum) y el tomate (Lycopersicon esculentum).

• Variedades y cultivares de ashwagandha

  La única especie del género Withania es Whitania somnifera. Sin embargo, se comercializan diferentes cultivares, principalmente en la India. Por ejemplo, el Instituto Central de Plantas Medicinales y Aromáticas, en Lucknow, ha producido dos plantas de ashwagandha de alto rendimiento, conocidas como 'Poshita' y 'Rakshita'. En Madhya Pradesh, se ha desarrollado una variedad conocida como 'Jawahar 20', de gran valor por su alto contenido de alcaloides y es adecuada para cultivo intensivo.

Historia de la ashwagandha

La ashwagandha ha sido una hierba elemental en la medicina ayurvédica a lo largo de su historia. Se menciona en los textos de Punarvasu Atreya, un destacado erudito médico indio de alrededor del 2000 a.E.C. En la curación ayurvédica, la planta se ha considerado durante mucho tiempo como un rasayana, lo que significa que tiene el potencial de prolongar la vida. Su nombre proviene de la palabra sánscrita ashvagandha, que significa "olor a caballo", asignado debido al tufillo acre que emana la planta.

Datos económicos

Si bien la demanda de ashwagandha continúa creciendo, la baja fertilidad del suelo en la India, así como los altos costos de fertilizantes y pesticidas han demostrado que el cultivo comercial de esta hierba no es económico ni rentable. Las raíces y semillas secas que tienen un valor de mercado de solo 0.50 - 0.75 USD por libra. Sin embargo, la ashwagandha todavía se usa ampliamente en la medicina ayurvédica y la India produce alrededor de 1650 toneladas al año.

Creencias populares

Muchas personas que practican la medicina ayurvédica creen que la ashwagandha tiene un potencial medicinal casi ilimitado. Además de los tratamientos antes mencionados, se piensa que la raíz de la planta es beneficiosa para el desarrollo de los niños y para el fortalecimiento de las personas mayores.

Ayurveda enseña que la salud óptima solo puede ocurrir cuando tres elementos corporales (doshas) están en equilibrio; estos se conocen como Vata, Pitta y Kapha. Se dice que el consumo de ashwagandha puede equilibrar la energía Vata de una persona.

Otros usos de la ashwagandha

• Jardinería. La planta de ashwagandha se cultiva principalmente por sus beneficios para la salud, pero también se aprecia como especie ornamental. Debido a que produce hermosas flores y frutas coloridas, muchas personas la consideran una adición agradable para el jardín.

Los beneficios de la ashwagandha son abundantes, por lo que se considera una importante hierba curativa. Aunque no es difícil de cultivar, debido a que sus raíces poseen la mayoría de sus propiedades medicinales, es necesario cosechar toda la planta, lo que significa que se deben reemplazar constantemente.