Aceites de almendras y girasol aptos para bebes prematuros

Datos verificados

Por Fiorella M. | Actualizado: 25 octubre, 2022

Aceites de almendras y de girasol pueden tratar problemas de piel en bebés prematuros
Información general
  • 01 ago 2020
  • Pavo
  • İstanbul University-Cerrahpaşa
  • Caglar, S. et al
  • Ensayo clínico aleatorio
  • 50 bebés prematuros
  • 5 días

El cuidado adecuado de la piel es de gran importancia en los bebés prematuros, ya que a menudo nacen con inmadurez de la capa más externa de la epidermis, llamada estrato córneo, cuya función es proteger la piel. Una atención inadecuada de esta condición puede provocar infecciones, irritaciones de la piel y lesiones, comprometiendo aún más el bienestar de los bebés.1

Debido a la naturaleza delicada y frágil de la piel de los bebés prematuros, el uso de aceites naturales ha ido ganando popularidad e interés en el mundo médico. Los aceites extraídos de las almendras y de las semillas de girasol son opciones particularmente interesantes debido a su riqueza nutricional, rentabilidad y amplia disponibilidad.

El objetivo de este ensayo clínico fue estudiar los efectos del aceite de semilla de girasol y el aceite de almendras en los problemas dermatológicos de los bebés prematuros.

Estudio

Este ensayo clínico aleatorizado fue el resultado de la colaboración de cuatro científicos de varias instituciones de investigación turcas. Tuvo lugar en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital de Capacitación e Investigación Dr. Sadi Konuk en Estambul, Turquía. Sus hallazgos se publicaron en la edición 2020 de la revista Advances in Skin & Wound Care.

Se reclutaron para el estudio 90 bebés prematuros, con una edad gestacional entre 32 y 37 semanas, los cuales fueron distribuidos aleatoriamente en tres grupos, los bebes del primer grupo recibieron cuatro masajes diarios con aceite de girasol, en tanto que a los del segundo se les proporcionaron cuatro masajes diarios con aceite de almendras, y los del grupo de control no recibieron ningún masaje.

La aplicación de los aceites mediante masajes en todo el cuerpo, excepto en la cabeza y la cara, tuvo una duración de dos o tres minutos. El ensayo se prolongó por cinco días.

Los investigadores evaluaron el estado de la piel de los bebés mediante la escala de puntuación de la condición de la piel neonatal (NSCS, por sus siglas en inglés), así como la hidratación del estrato córneo mediante el medidor de humedad de la piel, antes y después de los masajes.

Resultados

Los investigadores observaron mejoras significativas en la hidratación del estrato córneo, tanto en el grupo de masaje con aceite de girasol como en el de aceite de almendras, mientras que el grupo de control no registró ningún cambio.

En términos de condiciones de la piel, los bebés que recibieron masajes con aceite tuvieron mejores puntajes de NSCS, particularmente en lo que respecta a sequedad, enrojecimiento y ruptura de la piel, en comparación con los del grupo de control.

¿Qué quiere decir esto?

Los hallazgos de este estudio sugieren que los aceites de almendras y de girasol pueden tratar problemas de piel en bebes prematuros de manera eficaz. Estos resultados se suman a los descubrimientos de estudios previos que han mostrado los efectos hidratantes y curativos de estos aceites vegetales para la piel de los bebés.

Los investigadores alientan a realizar más ensayos para investigar mejor los beneficios del uso de aceites naturales para tratar problemas dermatológicos y promover la integridad de la piel, tanto en bebés como en personas de otros grupos de edad.

Otras hierbas con aceites ricos en nutrientes que se pueden usar para masajear la piel incluyen la jojoba, el coco y el aguacate.

Fuentes

  • Advances in Skin & Wound Care, The Effect of Sunflower Seed and Almond Oil on Preterm Infant Skin: A Randomized Controlled Trial, 2020

Notas a pie de página

  1. Health Services Insights. (2019). Predicting Neonatal Skin Injury: The First Step to Reducing Skin Injuries in Neonates. Retrieve November 26, 2020 from https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6572893/