El ginseng rojo coreano puede aliviar síntomas residuales de depresión

Más del 57% de los pacientes que sufrieron depresión mayor pueden experimentar 2 o más síntomas residuales, es decir, síntomas menos graves pero persistentes que no desaparecen con el tratamiento, con mayor frecuencia insomnio o problemas de apetito.¹ En estudios anteriores, el ginseng ha mostrado tener propiedades antidepresivas, con resultados que mostraron un claro potencial para su uso en animales y en seres humanos que padecen de síntomas relacionados con el estrés. Un equipo de investigadores en Seúl, Corea, decidió evaluar los efectos del ginseng rojo coreano (una variedad regional de Panax ginseng) en pacientes con síntomas residuales de depresión mayor.

Estudio

Durante ocho semanas, se administraron tres gramos de ginseng rojo coreano a 35 mujeres de entre 18 y 65 años cada día. Estas pacientes ambulatorias habían mejorado de depresión mayor, pero seguían experimentando síntomas residuales. Se utilizaron varias escalas para medir la eficacia del ginseng, incluyendo la Escala de síntomas residuales de depresión (DRSS), la Escala de calificación de depresión de Montgomery-Åsberg (MADRS), la Escala de impresiones clínicas globales para establecer la severidad (CGI-S) y la Escala de depresión y síntomas somáticos (DSSS). Los investigadores utilizaron estas escalas para evaluar síntomas psicológicos y físicos, y establecer si nivel de gravedad.

Resultados

Después de ocho semanas de tratamiento con ginseng, las participantes del estudio mostraron una mejora significativa en las cuatro escalas de evaluación. Tanto los síntomas depresivos como los corporales se redujeron en intensidad, y la gravedad de la enfermedad, medida objetivamente, también disminuyó.

¿Qué quiere decir esto?

Los resultados de este ensayo clínico, que se añaden a los de estudios anteriores, sugieren que, en su forma natural, el ginseng rojo coreano puede aliviar síntomas residuales de depresión mayor, y podría ser una adición tan efectiva como asequible a un régimen que incluya métodos antidepresivos convencionales, minimizando no solo la depresión en sí misma, sino también sus síntomas residuales. Pese a estos prometedores resultados, se requieren estudios más extensos, que incluyan un grupo de control con placebo, antes de que los pacientes con depresión puedan considerar el ginseng como un coadyuvante confiable en el tratamiento de la depresión mayor.

Otras hierbas con propiedades ansiolíticas y antidepresivas son el hipérico, el romero, y la valeriana.