Un equipo de investigadores de la Escuela de Salud Pública de Harvard publicó recientemente los resultados de dos estudios de cohorte que se llevaron a cabo a lo largo de 26 años y que muestran cómo los beneficios de los cereales integrales1, entre otros la avena, el maíz, el trigo integral, la quinua y el amaranto, pueden aumentar la longevidad. Estos hallazgos pueden resultar útiles en la investigación de nuevos métodos para combatir las enfermedades cardíacas y otras condiciones de salud asociadas con la muerte prematura, como la diabetes tipo 2.2
Estudio
Los estudios de cohorte se prefieren a los ensayos controlados para estudios de dieta y estilo de vida porque permiten a los investigadores evaluar tendencias a largo plazo, en lugar de planes de tratamiento reglamentados.
Este artículo combinó los resultados de dos estudios de cohorte: uno con mujeres y otro con hombres. En cada grupo, se realizaron exámenes para descartar antecedentes de enfermedad cardíaca o cáncer. El estudio duró 26 años, durante los cuales los investigadores tomaron notas extensas sobre las dietas de cada participante, así como otras características, cada dos o cuatro años. Esto permitió estimar el nivel de consumo de cereales integrales de cada participante. Posteriormente, se analizaron los datos recopilados para comprender la conexión entre los hábitos de alimentación y la tasa de mortalidad en ambos grupos durante el período del estudio.
Resultados
La edad promedio de las personas al iniciar su participación en el estudio fue de 50 años. Durante los 26 años en los que fueron seguidos por los investigadores, alrededor de una cuarta parte de ellos murieron. En el grupo de las mujeres, las que consumieron la mayor cantidad de cereales integrales promediaron unos 36 gramos por día, mientras que los hombre en el extremo superior de la escala documentaron aproximadamente 53 gramos por día.
En conjunto, se encontró que aquellos en el estudio que consumían la mayor cantidad de cereales integrales en su dieta redujeron sus probabilidades de morir en aproximadamente un 9%, en tanto que sus probabilidades de morir como resultado de una enfermedad cardíaca disminuyeron en un 15% en comparación con aquellos que consumían menos cereales integrales. El estudio también encontró que aquellos con mayor ingesta de cereales integrales en su dieta eran más propensos a ser físicamente activos y menos propensos a fumar o tener un alto consumo de alcohol, pero también más propensos a mostrar un nivel alto de colesterol al comienzo del experimento.
¿Qué quiere decir esto?
A pesar de la amplia variedad de factores que debían considerarse en esta investigación, los investigadores concluyeron que una mayor ingesta de cereales integrales está fuertemente relacionada con un menor riesgo de muerte y específicamente de muerte por enfermedad cardíaca, incluso después de tener en cuenta otros factores del estilo de vida. Los resultados también apoyan la idea de que un mayor consumo de cereales integrales puede disminuir la posibilidad de padecer enfermedades crónicas. Este estudio corrobora investigaciones anteriores que respaldan los beneficios de los cereales integrales como alimento básico en la dieta.
Fuentes
- JAMA Internal Medicine, Association Between Dietary Whole Grain Intake and Risk of Mortality, 2015
Notas a pie de página
- Foods. (2022). Health Effects of Whole Grains: A Bibliometric Analysis. Retrieved September 19, 2023, from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC9777732/
- The Committee on Population of the National Research Council at the National Academies. Measuring the Risks and Causes of Premature Death: Summary of Workshops. Retrieved September 19, 2023, from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK279971/