Nueva evidencia de que las grasas poliinsaturadas previenen enfermedades coronarias

Investigadores de la Universidad del Este de Finlandia completaron recientemente un estudio que proporciona más evidencia sobre el vínculo entre los ácidos grasos poliinsaturados de la dieta y la reducción del riesgo de enfermedad coronaria.¹

Estudio

Un equipo de investigadores de la Universidad del Este de Finlandia, dirigido por Jyrki K. Virtanen, evaluó los hábitos alimentarios de 1981 hombres de entre 42 y 60 años, reclutados entre 1984 y 1989. El estudio utilizó modelos computacionales de sustitución para analizar cómo la sustitución de grasas saturadas en la dieta por ácidos grasos saludables afecta el riesgo de enfermedad coronaria.

Resultados

El equipo de investigación realizó un estudio de seguimiento con el mismo grupo de prueba 21,4 años después. Descubrieron que 565 hombres fueron diagnosticados con una enfermedad coronaria y 183 de esos hombres experimentaron ataques cardíacos fatales. El estudio mostró que las grasas no saturadas protegen contra enfermedades cardiovasculares. Una mayor ingesta de ácidos grasos poliinsaturados puede reducir el riesgo de enfermedad coronaria y éstos, para ser efectivos, deberían reemplazar las grasas saturadas no saludables en la dieta.

¿Qué quiere decir esto?

Esto significa que algo tan simple como reemplazar las grasas saturadas por ácidos grasos poliinsaturados puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedad coronaria. El estudio demostró que reducir las grasas saturadas de la dieta es una medida que por sí sola no disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares. El factor más importante, el responsable de la reducción del riesgo coronario, fue la presencia de ácidos grasos poliinsaturados como reemplazo. Consumir frutos secos , como nueces; pescados de agua fría, como salmón y atún; y ciertos aceites vegetales, como los aceites de oliva, aguacate o sacha inchi, es una excelentes manera de aumentar la cantidad de ácidos grasos poliinsaturados en la dieta.