Potenciales beneficios de la chancapiedra para la hepatitis alcohólica

La hepatitis alcohólica es una afección hepática grave relacionada con altas tasas de morbilidad y mortalidad en todo el mundo, principalmente debido al consumo crónico de alcohol.¹ A pesar de su importante impacto, los tratamientos actuales tienen limitaciones, lo que ha llevado a la exploración de terapias alternativas. La chancapiedra es una hierba sudamericana conocida por sus beneficios para los cálculos renales, ahora se está estudiando por su potencial en los trastornos hepáticos.

Estudio

Este ensayo clínico se realizó para evaluar los efectos de la chancapiedra en la hepatitis alcohólica. Incluyó un grupo de intervención bien definido de 71 pacientes con hepatitis alcohólica leve a moderada, quienes recibieron cápsulas de extracto de chancapiedra y un grupo de control al que se le suministró un placebo durante cuatro semanas.

Los investigadores querían determinar si tomar chancapiedra podía ayudar a mejorar la salud del hígado en los participantes. Se midieron las enzimas hepáticas (AST y ALT), la fosfatasa alcalina (ALP) y otros marcadores, como la bilirrubina y el colesterol. También evaluaron los efectos de la chancapiedra sobre los niveles de antioxidantes en el cuerpo.

Resultados

Después de 4 semanas de intervención, los pacientes del grupo de intervención demostraron un aumento notable en los niveles de antioxidantes, lo que indica el potencial de la chancapiedra para combatir el estrés oxidativo, que es una característica común en las enfermedades hepáticas.

Además, la chancapiedra mostró significativos efectos en la estimulación del apetito en comparación con el grupo de placebo, abordando un aspecto crítico del manejo de la salud del hígado.

Si bien el tratamiento no produjo mejoras significativas en los parámetros de función hepática en comparación con el placebo, se observaron tendencias alentadoras. Los niveles de enzimas hepáticas, aunque no alcanzaron significación estadística, mostraron una tendencia hacia la normalización en el grupo que recibió chancapiedra.

No se informaron eventos adversos graves durante el ensayo clínico. Los síntomas gastrointestinales leves observados fueron manejables y no justificaron la interrupción del tratamiento.

¿Qué quiere decir esto?

Los hallazgos de este estudio subrayan el potencial de la chancapiedra como terapia complementaria para la hepatitis alcohólica, mostrando sus efectos antioxidantes y estimulantes del apetito.

Si bien las mejoras en los parámetros de la función hepática no fueron estadísticamente significativas, las tendencias positivas sugieren el potencial de la hierba para contribuir a la restauración de la función hepática en pacientes con hepatitis alcohólica. Otros ensayos deberían profundizar en la optimización de la dosis, la duración y las terapias combinadas para aprovechar todo el potencial terapéutico de la chancapiedra en los trastornos hepáticos.

Otras hierbas con potentes propiedades hepatoprotectoras son el regaliz, la cúrcuma, el cardo mariano y la alcachofa.