Las semillas de chía se consideran como un superalimento debido a su alto contenido de ácidos grasos omega-3, fibra y antioxidantes. Estas semillas son particularmente ricas en ácido alfa-linolénico (ALA), un ácido graso omega-3 de origen vegetal que es esencial para la salud humana.
El ALA se puede convertir en el cuerpo en ácidos grasos omega-3 de cadena más larga, como el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), que desempeñan funciones cruciales para la salud cardiovascular y cognitiva. Sin embargo, la eficiencia de esta conversión puede verse limitada por factores como la edad y los niveles de estrógeno.1 Este ensayo clínico investiga los efectos de la suplementación con semillas de chía sobre los niveles de ácidos grasos omega-3 en mujeres posmenopáusicas.
Estudio
Para este estudio, investigadores de la Universidad Estatal de los Apalaches reclutaron a 10 mujeres en posmenopausia, con una edad promedio de 56 años y un índice de masa corporal (IMC) de 25 kg/m². A cada participante se le indicó que consumiera 25 gramos de semillas de chía molidas al día durante siete semanas.
El estudio utilizó un diseño intrasujeto, donde los participantes sirvieron como sus propios controles. Este diseño implicó recolectar muestras de sangre en ayunas al comienzo del estudio y seis veces adicionales durante la duración del mismo. Estas muestras se analizaron para medir concentraciones de ALA, EPA, DHA y DPA (ácido docosapentaenoico).
Resultados
Los hallazgos del estudio revelaron cambios significativos en los niveles plasmáticos de ALA y EPA después de la suplementación con semillas de chía.
La concentración plasmática de ALA aumentó significativamente tan pronto como una semana después del período de suplementación. Al final de las siete semanas, los niveles de ALA eran un 138% más altos que los niveles iniciales.
Los niveles plasmáticos de EPA mostraron un aumento del 30% por encima del valor inicial al final del período de estudio. Este aumento estuvo fuertemente correlacionado con el aumento de ALA, lo que sugiere que el cuerpo convierte efectivamente el ALA de las semillas de chía en EPA.
El estudio no encontró un cambio significativo en los niveles plasmáticos de DPA. Curiosamente, los niveles plasmáticos de DHA disminuyeron ligeramente al final del período de estudio.
¿Qué quiere decir esto?
El estudio proporciona información valiosa sobre los beneficios nutricionales de las semillas de chía para las mujeres en posmenopausia, un grupo demográfico que con frecuencia enfrenta un mayor riesgo de enfermedades cardíacas y cambios en la salud metabólica.
Publicados en la revista Plant Foods for Human Nutrition, los resultados sugieren que las semillas de chía son una potente fuente de ALA y pueden mejorar la disponibilidad de EPA, un ácido graso omega-3 conocido por sus propiedades antiinflamatorias y beneficios cardiovasculares.
Para las mujeres que pasan por la posmenopausia, incorporar semillas de chía a la dieta podría ser una estrategia práctica para aumentar los niveles de ácidos grasos omega-3, lo que podría contribuir a mejorar la salud del corazón y reducir la inflamación.
Otras hierbas que pueden beneficiar a las mujeres durante la menopausia son la maca, el hinojo y el ginseng.
Fuentes
- Plant Foods for Human Nutrition, Supplementation of milled chia seeds increases plasma ALA and EPA in postmenopausal women, 2012
Notas a pie de página
- International Journal of Environmental Research and Public Health. (2019). Fatty Acid Profile of Postmenopausal Women Receiving, and Not Receiving, Hormone Replacement Therapy. Retrieved July 2, 2024, from https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6862544/