Este cheesecake de manzana sin horno se sirve en vasos o frascos y es un regalo perfecto para el otoño. Combina el sabor y el aroma de las manzanas y la canela, dispuestas en capas con una mezcla de queso crema y un crujiente arenado de quinoa en hojuelas, pecanas y dátiles. Delicioso y saludable, es una forma ligera de disfrutar los sabores del otoño.
- En una sartén, mezclar las manzanas, el azúcar moreno y la canela molida. Agregar un chorrito de agua, tapar la olla y cocinar las manzanas a fuego lento hasta que se ablanden. Vigilar constantemente para evitar que se quemen. Agregar un poco más de agua, si es necesario.(10 minutos)
- Mientras tanto, mezclar yogur griego, queso crema, extracto de vainilla y jarabe de arce (al gusto) con una batidora. Dejar de lado.
- En un procesador de alimentos, agregar los dátiles y pulsar varias veces hasta que estén finamente picados. Agregar las pecanas y mezclar hasta que queden picadas en trozos grandes. Agregue las hojuelas de quinua y, usando las manos, mezclar todo bien hasta que se forme una masa pegajosa.
- Cuando las manzanas estén blandas, retirar del fuego y dejar a un lado para que se enfríen.(10 minutos)
- Para armar el cheesecake en moldes individuales, distribuir la mitad de la mezcla de queso crema en 2 a 4 frascos. Cubrir con la mitad de las manzanas y luego la mitad del arenado de quinoa en hojuelas. Repetir los pasos para crear la segunda capa.(5 minutos)
- Enfriar en el refrigerador antes de servir. ¡Disfrutar!