Este plato típico del Medio Oriente no solo sorprende con una deliciosa combinación de sabores y una bella presentación, sino que también está elaborado con ingredientes saludables, con importantes propiedades medicinales. Los tomates, debido a su riqueza nutricional, tienen un fuerte valor preventivo, particularmente para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, osteoporosis y otras enfermedades inflamatorias. Los pimientos rojos son excelentes para reducir la inflamación y promover la salud visual, mientras que los fenoles, flavonoides y aceites esenciales del perejil proporcionan no solo beneficios antiinflamatorios, sino también antivirales y antioxidantes. Los huevos, escalfados en una salsa de tomate espesa, son una excelente fuente de proteína y otros nutrientes, como selenio y vitaminas A, B, y D.
- En una sartén grande de hierro fundido, saltear a fuego medio las cebollas y el ajo hasta que estén transparentes.(3 minutos)
- Agregar los tomates, los pimientos, la pasta de tomate, el azúcar y todas las especias. Cocinar hasta que las verduras se ablanden y la salsa se espese un poco.(10 minutos)
- Con una cuchara grande, hacer seis pozos en la salsa, separándolos para que no se toquen, y romper un huevo en cada uno.(3 minutos)
- Bajar el fuego al mínimo, cubrir la sartén y cocinar sin revolver hasta que las claras estén cocidas y la yema aún líquida. Para obtener una yema más cuajada, seguir cocinando unos minutos más.(15 minutos)
- Retirar del calor, decorar con perejil fresco y ¡Disfrutar de inmediato!
En el Medio Oriente, es común servir shakshuka para el desayuno, junto con pan pita. Sin embargo, para un almuerzo o cena más sustanciosos, se puede combinar con arroz integral, quinua, amaranto, mijo u otros granos nutritivos.